El fantástico templo de la Vera Cruz de Carballino
'En tu tierra -dijo el Principito- los hombres cuiltivan cinco mil rosas en un mismo jardín...Y no encuentran lo que buscan... - No lo encuentran -respondí. - Y, sin embargo, lo que buscan podría encontrarse en una sola rosa o en un poco de agua... - Seguramente -respondí. - Pero los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón' (1) Q uizás la clave para encontrar algo esté, precisamente, en el detalle puntual de no buscarlo. Yo no buscaba nada especial en Carballino. No porque considerara que Carballino no fuera o no tuviera nada interesante que mostrar, sino porque no podía predecir que en mi búsqueda de otros lugares, fuera a pasar precisamente por allí. Pero pasé. Lo hice con los dedos cruzados, como siempre que viajo siguiendo las indicaciones del GPS, dejándome llevar, en esta ocasión, hacia Astureses. Mejor dicho, hacia lo que, equivocadamente, pensaba que era la iglesia templaria de San Julián de Astureses, participando inocentemente en un error