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Mostrando entradas de 2009

El Duende estuvo aquí: el Palacio de Viana

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'Habitábamos en Gante, en el Ham, una casa grande y antigua, tan grande que yo estaba convencido de poder extraviarme en ella en el transcurso de mis desobedientes incursiones a los pisos superiores. Hoy existe aún; pero sobre ella pesan el silencio y el polvo del olvido, ya que no hay nadie que quiera habitarla con cariño...'. [Jean Ray: 'La mano de Goetz von Berlichingen'] ******* -

El Duende y la Calleja de las Flores

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'Érase de un marinero que hizo un jardín junto al mar, y se metió a jardinero. Estaba el jardín en flor, y el jardinero se fue por esos mares de Dios..'. [Antonio Machado: 'Parábolas'] ******* -

La Torre de la Calahorra

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'Mi relato será fiel a la realidad o, en todo caso, a mi recuerdo personal de la realidad, lo cual es lo mismo'. [Jorge Luis Borges: 'Ulrica'] ******* - En preparación

El Duende, el Caballero Pelargonium y la Mezquita

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'Si yo hubiera sabido lo que era esto, no hubiera permitido que se llegase a lo antiguo, porque facéis lo que hay en otras muchas partes y habéis desfecho lo que era único...'. [Obispo fray Juan de Toledo] C omo no podía ser menos, mi persecución del Duende comenzó a tomar un cariz implacable la primera vez que visité la Mezquita. No obstante, mi llegada a Córdoba la noche anterior, me tenía aún anonadado, pues ya camino del hotel, pude presentir parte del sortilegio inmemorial que envolvía a ésta ciudad, protegida -según la leyenda- por el mismisimo arcángel Rafael. No en vano, fue uno de los pilares fundamentales de aquél esplendoroso Al-Andalus que sorprendiera al mundo con pensadores de la talla de Averroes; médicos como Maimónides o geniales físicos, como Al-Gafequi y desde 1236 en que fuera conquistada por las tropas cristianas del rey Fernando III el Santo, puntal, también, del denominado Camino Mozárabe de Santiago. Casualmente, el hotel donde me alojaba, llevaba el no

Buscando el Duende de Córdoba

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L o soñé a primeros de diciembre, aprovechando ese incierto momento en el que las ovejitas, por alguna extraña razón que se me escapa, se negaban a salir del redil, haciendo imposible el recuento. Sin cascabeles que atrajeran a los ángeles del sueño, atisbé un momento por la ventana, observando a una coqueta Selene en inolvidable plenitud, completamente llena, satisfecha y dispuesta a seducir a cualquier soñador que se atreviera a posar sus ojos en ella. Sortilegio o no, créanme, me pareció percibir una sombra brujesca deslizándose sigilosamente en su escoba por encima del tejado del bloque de la casa de enfrente, un armatoste de viviendas de protección oficial, dicho sea de paso, de dos pisos y renta antigua, situadas en el punto de mira de especulativos proyectos urbanísticos paralizados momentáneamente por la crisis del ladrillo. No obstante, fue, sin duda, una visión frugal: como la cena, a la que he de mantener al margen de este asunto, de manera que si me apuran en buscar un reo

Lugares Mágicos de Madrid: la enigmática tumba piramidal de Fray Arsenio

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'Sólo recordamos aquello que nunca sucedió...' [Carlos Ruiz Zafón] -

Lugares Mágicos de Madrid: el Templo de Debod

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L ongevo, no en vano tengo una edad aproximada de 2200 años, he de reconocer que poca o ninguna sorpresa, para ser precisos, me produce ya la estúpida frivolidad humana. Creo, y correjidme si me equivoco, que por mucho agradecimiento que pueda haber entre dos países, no deja de ser un auténtico sacrilegio y una aberrante insensatez, regalar un templo. Tal vez hubiera sido mejor descansar en ese lecho de limo y agua, al que estaba destinado, cuando se construyó la presa de Asuán. E n efecto, allí nací, en el sur de mi Egipto amado, cerca de donde el Nilo corta al Tropico de Cáncer, recibiendo el amparo de los benéficos rayos de Ra, mi adorado dios del Sol, en un pequeño oasis, protegido por las doradas, ondulantes y ardientes dunas del desierto. A Amón y a Isis me consagraron, y en el ínterin de los siglos, mi sagrada estructura fue visitada, entre otros y por diversas razones, por egipcios, nubios, nómadas y romanos. Incluso me visitó, aunque dejara breves reseñas, ese al que os referí

Lugares Mágicos de Madrid: la estatua del Ángel Caído

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'Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?'. '¡Cómo has cáído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora!' [Isaías, cap.14, ver. 12-14] N o dejo de ser una estatua, y sin embargo, ¡cuántos misterios conservo!. No os extrañéis, ni penséis que, cuál representación abominable de la Rebelión, lo que os voy a decir son simplemente falacias. Así lo quiso mi padre, de nombre Ricardo Bellver y de profesión, en apariencia, escultor. L ejos de ver en mí esa bestia abyecta de un Génesis demasiado complicado para ser siquiera intuído -cuando menos comprendido- por vuestras limitadas mentalidades humanas, pensad en mí como en un espíritu libre y mitológico que volvió a nacer en 1877, en una época en la que todavía algunas cosas no se hacían porque sí, y hasta donde una, en apariencia, inocente estatua, ocultaba detalles evidentemente ajenos a la casualidad. N o aludáis al adjetivo de la vanidad para calificarme, si os digo que Bellver, gracias a mi, obtuvo, un año después de

Lugares Mágicos de Madrid: la Cuesta de Mollano

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'Este lugar es un misterio. Un santuario. Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte. En este lugar los libros que ya nadie recuerda, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar a las manos de un nuevo lector, un nuevo espíritu...'. [Carlos Ruiz Zafón: 'El juego del ángel'] -

Caprichos de Madrid

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L ejos de los Caprichos de Goya, y también de la Leyenda Negra iniciada en tiempos de Felipe II, he aquí unos auténticos Caprichos que, no sin avatares, han sobrevivido a los deseos de privacidad de una duquesa; al tiempo, y sobre todo, a la barbarie de los hombres. N o se precisan más comentarios. Aunque en pequeña parte y de corta duración, han sido reunidos con el único fin de liberar algo del estrés que una ciudad como Madrid puede llegar a generar. Y de paso, ¿no creéis que de vez en cuando nos podemos dar el Capricho de Soñar?.

Cuento de Otoño 2: Enigmas, Búnkeres y Laberintos

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{Él vídeo, y sobre todo el Laberinto que se muestra, se lo dedicó a una persona entrañable: a mi amigo Edouard. La narrativa, cuando los avatares del tiempo y la impaciencia sosieguen mis ideas, estará dedicada a todos mis amigos. Hasta entonces, un fuerte abrazo} ******* -

Cuento de Otoño

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H ubo un gran físico de origen judío, aunque alemán por derecho de nacimiento y de nacionalidad suiza por circunstancias, que afirmó una vez que la verdad está en la belleza misteriosa . La memoria, frágil en algunas ocasiones; irresoluta y maliciosa, en otras, resulta, sin embargo, una auténtica pendenciera cuando llega a sentirse amenazada por el olvido. Al cabo de los años -más de los que me gustaría confesar, pues la vanidad también es una cualidad humana- poco podía imaginar que cierto lugar, que conocí siendo apenas un adolescente, pudiera abandonar su particular estado de desolación, ruina y asesinato cultural, para recobrar, en la actualidad, parte de esa verdad, asociada, sin duda, a la clase de belleza misteriosa a la que hacía referencia Albert Eintein. E l lugar en cuestión, por cierto, responde al nombre de Capricho, y alude, con inequívoca veracidad, a los deseos trascendenes de la persona que lo mandó construir, en esa etapa de finales del siglo XVIII, donde Ocultismo y

Caminos de Peregrino

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El fascinante camino jaqués Hospes fuiet collegistis me (Fui huésped y me recibísteis) S i no en su totalidad, al menos sí en parte, no deja de ser una auténtica experiencia recorrer algunos de los lugares más emblemáticos que forman parte de esta ruta jacobea, que se desarrolla entre Aragón y Navarra. Una ruta en la que el peregrino, sin duda dejándose influir por la magia de los caminos montañeses, alcanza lugares de antiquísima, añeja tradición, en cuyas etapas irá descubriendo retazos de una enseñanza trascendente, cuando no universal, hasta alcanzar su destino final en Compostela. S eguramente, después de pasar por Jaca, se deje caer por el pueblecito de Santa Cruz de la Serós donde, una vez efectuada la correspondiente visita a la ermita de San Caprasio -humilde, solitaria y de reminiscencias mudéjares- se detenga unos minutos en el pórtico de esa maravillosa obra de arte románica, que es la iglesia que sobrevive a lo que en tiempos constituyera un importante cenobio femenino: S

Una curiosidad de las Merindades: la fuente de Villarcayo

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M i conocimiento de Villarcayo, segunda capital en importancia de las Merindades, bien se puede decir que se produjo de una manera netamente nocturna y por supuesto, con alevosía. Recuerdo que, cuál vampiros, recalábamos en Villarcayo cuando la luna comenzaba a desesperezarse, intentando quitarse los legañas. En las noches que la contemplé, creo que no lo consiguió del todo, de manera que a veces supuse que alguna bruja no había hecho su trabajo, ayudándola con la escoba. C omo los vampiros, decía, nos acercábamos a Villarcayo con el estómago aullando y las manos deseando sostener una carta que los ojos leían, posiblemente con la misma avidez con la que un ratón se lanzaría sobre el pedazo de queso. Siempre parábamos en el mismo sitio, un bar restaurante cercano al Ayuntamiento. Y al hacerlo, por supuesto, no dejábamos de pasar por esta curiosa fuente que, a diferencia de la mayoría de fuentes que conozco, los chorros de agua se dirigen de fuera a adentro. Un curioso efecto que, a esa

Memento de Peregrino

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Monasterio de Santa Clara: Museo de Arte Sacro

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S e trata de uno de los edificios más antiguos de Medina de Pomar, remontándose su fundación al año 1313, siendo don Sancho Sánchez de Velasco Adelantado Mayor de Castilla bajo el reinado del rey Felipe IV, quien lo cediera a una comunidad de religiosas clarisas. Declarado monumento de Interés Cultural, el monasterio, que en la actualidad alberga un interesantisimo Museo de Arte Sacro, muestra en su estructura diferentes estilos artisticos, como el gótico, el renacentista y el barroco. E ntre las formidables piezas de la colección, caben destacar, por su alto nivel historico y artistico, las siguientes: - El Cristo románico-gótico. - El Cristo yacente, espectacular talla atribuída al artista Gregorio Fernández, el Divino que fue expuesta en pasadas ediciones de las Edades del Hombre. - La denominada Cruz de Lepanto, que participó en la famosa batalla librada contra los turcos. - El denominado Relicario de los Siete Círculo, una extraña y curiosa obra, probablemente realizada por el fam

Medina de Pomar

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Ríos de las Merindades: el Trueba a su paso por Medina de Pomar

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E l Trueba, uno de los pocos ríos donde todavía se pueden ver ejemplares de cangrejos autóctonos, que la fortuna quiso que escapasen del genocidio promovido hace muchos años por ICONA, cuando introdujo el voraz cangrejo americano en los ríos españoles. A su paso por Medina de Pomar, la multitud de bichitos conocidos como pulgas de agua que se ven evolucionando graciosamente en la superficie, son un claro indicativo -según se dice- de la calidad del agua. P ero no quiero hablar de la calidad de las aguas; ni de los fantásticos meandros que el Trueba forma a su paso por ésta importante capital merindense, que recuerdan -comparativamente hablando- a esas dunas misteriosas de los desiertos de Arabia donde las tradiciones de los tuareg sitúan el lugar de residencia de los djinns, los genios de las arenas. Ni tan siquiera pretendo hablar de los cangrejos, sean o no autóctonos. Ni de las pulgas de agua, que me traen a la memoria aquéllas otras que conocí en las cristalinas aguas de los río

Una joya de las Merindades: Puentedey

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P uentedey, conocido desde antiguo como Puente de Dios. Y debe de ser cierto, a juzgar por su inconmensurable belleza, que una mano divina moldeó, hace miles, millones de años ese puente natural sobre el que se asienta. S ituado sobre el cauce del río Nela, como uno de los principales municipios pertenecientes a la Merindad de Valdeporres, multitud de fósiles son carta de presentación más que suficiente, para sugerir una historia cuyos pormenores se pierden en los abismos insondables del tiempo. M enos insondables, desde luego, pero arcanos en su estilo son, sin duda, los orígenes de su iglesia de San Pelayo, en la que destaca la imaginería, tosca pero genuinamente descriptiva del tímpano románico de su portada, en la que se representa a un guerrero enfrentándose con su espada a una descomunal serpiente. Dicho de otro modo, y bajo mi punto de vista, una representación temprana que alude al tradicional enfrentamiento del Bien y del Mal; el arcángel San Miguel doblegando al Diablo, o Sa

Viaje a las Merindades burgalesas

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Don Benardino: el Último Custodio

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'Lo importante no es conocer todas las respuestas, sino conocer y comprender bien las preguntas' [Rafael Alarcón Herrera] D ecía el escritor norteamericano Ambrose Bierce, que la letra a es la primera letra de todo alfabeto construido como es debido . Dejando toda ironía al margen, no puedo por menos que comenzar como es debido ésta pequeña crónica, haciéndolo precisamente con ésta letra, la a , precursora de la palabra agradecimiento, con la cuál pretendo honrar la figura de un párroco, cuya extraordinaria disposición y amabilidad, me impactaron profundamente durante mi visita a las Merindades burgalesas: Don Bernardino. D ebo no obstante, aclarar, antes de proseguir, que mi acceso a ésta notable persona, a este celoso Custodio de varios de los templos más emblemáticos de la Merindad del Valle de Mena –como Santa María de Siones, San Lorenzo de Vallejo o San Pedro Apóstol, de El Vigo- no hubiera sido posible sin la planificación de otra persona, a la que me honro en considera

Valle de Boides: Monasterio Cisterciense de Santa María

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N o me preguntéis por qué, pero siempre que pongo los pies en un antiguo, milenario monasterio cisterciense, siento un extraña sensación. Una sensación que me induce a pensar que no estoy solo, y que otros pasos se funden con mis pasos y una sombra, alargada, misteriosa, pero en modo alguno siniestra, se pega a mi sombra de similar manera a como lo hace la lapa sobre las rocas de la playa o en las dársenas de los puertos. L a sombra a la que me refiero, de antiguo linaje y fantásticas referencias, se remonta al año 1118, cuando menos, y los pasos de los caballeros que nacieron para la Historia en aquélla fecha y sorprendieron al mundo en los siglos posteriores, aún resuenan en los edificios que un día los albergaron. Me refiero, como habréis podido suponer, a los Pauperes Frater Milites Salomonis Templi o pobres caballeros del Templo de Salomón. L ejos de considerarlos una obsesión, comienzo a pensar en ellos como en un ardid con el que me sorprende el destino, sin importar el lugar e

Villaviciosa

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Foráneos del Cantábrico: El Puntal

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Foráneos del Cantábrico: Tazones

D e referirme a Tazones como a otra perla del Cantábrico, seguramente muchos piensen que estoy exagerando, pero no es así. De hecho, este pueblecito marinero, situado a unos diez kilómetros, aproximadamente, del casco urbano de Villaviciosa, cautiva, y mucho, por su belleza. A penas pasan unos minutos de las nueve de la mañana, cuando llego al aparcamiento situado al comienzo del pueblo. No tan pronunciada como en el caso de Cudillero, los habitantes de Tazones aún duermen el sueño de los justos, al cobijo de una ensenada que proteje, también, su pequeño puerto pesquero. D iríase, pues, que hablo de un pueblo fantasma a esas horas de la mañana, si no fuera por el barrendero, que desciende la cuesta unos metros por delante de mi, empujando su carrito, donde los palos de varias escobas parecen simular, quizás, los mástiles recogidos de velas de ese pequeño balandro blanco que se balancea dulcemente en un bálsamo de aguas de color verde esmeralda, que parecen reflejar la exhuberante veget

Foráneos del Cantábrico: Cudillero

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Cudillero - Cuillero S ituado en plena costa cantábrica, a unos 40 kilómetros de Oviedo, y a 50 kilómetros, aproximadamente de una ciudad marinera de particular encanto también, como es Luarca, es durante estos meses estivales cuando a Cudillero se le podría definir como ese pequeño Caribe asturiano , que atrae en vacaciones a cientos de visitantes, llegados de diferentes puntos de España y también del extranjero. Quizás por este detalle, y porque han hecho del turismo su principal fuente de ingresos, aparte de la pesca, en su paseo marítimo ondean visiblemente, mecidas por el viento, las banderas de todas las comunidades autónomas. P osiblemente debido a ese turismo, invasor y caprichoso, que todos los años multiplica su población por tres, los lugares de estacionamiento de vehículos han ido restándole sitio, en el puerto, a terrenos donde antaño se refugiaban docenas de pequeñas embarcaciones marineras, cuyos alegres colores, en muchas ocasiones alejan de la realidad lo que en defin

Peregrino en Asturies

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E xiste todo un mundo ahí fuera: ¡ve y descúbrelo!, escribía Rudyar Kipling en una de sus novelas más conocidas y entrañables: Kim, de la India . Estábamos todavía en los albores de un siglo, el XIX, en el que aventura y exotismo enmascaraban, de algún modo, grandes vergüenzas de la Humanidad, como el imperialismo y la esclavitud. Un siglo donde el hombre, quizás más que en ningún otro, y seguramente lejos de motivos altruistas, sintió la necesidad de explorar y conocer el mundo que le rodeaba. De esa manera, surgieron numerosas asociaciones de carácter más o menos científico -como la National Geographic Society norteamericana- que enviaban especialistas y expediciones a todo lo largo y ancho de la geografía mundial creando, de alguna forma, los pilares de lo que en el futuro se convertiría en todo un fenómeno de masas: el turismo. L ejos de considerarme un turista, propiamente hablando, me considero mejor un aventurero; alguien que, lejos de pretender alcanzar los efímeros laureles

Navarra

E tapa III S egunda P arte Estella L a capital del románico navarro, en opinión del historiador Julio Caro Baroja, y, paradójicamente, la ciudad donde el románico se nos negó, al estar en obras y totalmente cubierta de lonas y andamios, su joya principal: la iglesia de San Pedro de la Rúa. U na ciudad que, a continuación de Puente la Reina -una continuación de apenas 20 kilómetros- constituye otro de los puntos fuertes en el Camino de Santiago, y paso obligado, por tanto, de los peregrinos que se dirigen hacia Santiago de Compostela. Monasterio de Irache y Fuente de lo Peregrinos - Fuente de los Peregrinos D espués de comer opíparamente en Estella, recalamos en el monasterio de Irache, situado en las cercanías, antes de continuar ruta hacia Torres del Río, desde donde tenemos previsto regresar a Madrid, atravesando tierras de Logroño y Soria. Son las tres y media de la tarde y el antiguo monasterio está cerrado a cal y canto. Hemos de esperar, pues, hasta las cuatro, y mientras tanto,