Trasmoz, el pueblo de las brujas
Precisamente de eso se trata, de hablar. Y hablando, pues, sería una tremenda injusticia dirigirse hacia Vera de Moncayo y el monasterio cisterciense de Veruela, y no hablar de algunos pueblos, como Trasmoz, que se encuentran en el camino.
Gustavo Adolfo Bécquer, buen conocedor del lugar y refiriéndose a Trasmoz, legó a la posteridad unos versos que, desde luego, no tienen desperdicio alguno:
'De las brujas de Trasmoz
que de unas a otras se heredan,
y así sostienen su fama,
no habléis mal, porque se vengan'.
'Trasmoz es en Aragón
hasta el año de la fecha,
Zagarramurdi, Aquellarre,
Tolosa y su historia entera...'.
El poema lo dice todo: Trasmoz, el pueblo de las brujas.
De la afinidad entre Bécquer y Trasmoz, ofrece cumplida constancia la estatua del poeta, situada junto al castillo, contemplando eternamente el pueblo, de espaldas al Moncayo.
La historia brujeril de Trasmoz se remonta, en cuanto al mundo de la leyenda se refiere, a ese oscuro siglo XII en el que, si hemos de fiarnos de la historia que ha circulado de boca en boca a lo largo de generaciones, un nigromante, utilizando las pérfidas artes oscuras y en connivencia con el mismisimo Diablo, levantó el castillo en una sola noche.
{}
Comentarios