Cosas y lugares de la Galicia legendaria / Things and places of legendary Galicia
En las proximidades de una ciudad, Lugo, cuyo nombre,
aseveran las viejas crónicas que deriva de aquel misterioso dios de la
mitología celta que la fundó, milenios antes de que las legiones romanas la
conquistaran y rodearan de murallas, el misterioso Lug, un río, de nombre
Labra, discurre, con ejemplar parsimonia, a través de una apacible campiña,
llevando consigo el eco de viejas leyendas que hubieran hecho las delicias del
propio Gustavo Adolfo Bécquer.
Dejando atrás las megalíticas Peñas de Rodas -guardianas, según la tradición, de tesoros malditos y diablos custodios de pérfidas intenciones, similares, por comparación, a aquel otro que Robert Louis Stevenson encerró en una botella durante sus travesías por los Mares del Sur- el río Labra arrastra, a su paso por el Concejo de Otero del Rey, una curiosa variedad de albinas plantas acuáticas, cuya visión, al contacto con los rayos del sol, recupera, en la ensoñación del romántico, el recuerdo de las legendarias ninfas o damas del agua, seres elementales de sobrenatural belleza, que gustaban peinar sus larguísimos cabellos dorados con peines de oro, a la vera de ríos como éste y que premiaban o castigaban, según fueran las intenciones del humano que se cruzaba en su camino.
In the
vicinity of a city, Lugo, whose name, the old chronicles assert, derives from
that mysterious god of Celtic mythology who founded it, millennia before the
Roman legions conquered it and surrounded it with walls, the mysterious Lug, a
river, named Labra, runs, with exemplary parsimony, through a peaceful
countryside, carrying with it the echo of old legends that would have delighted
Gustavo Adolfo Becquer himself.
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