Me la encontré de improviso estando todavía en la provincia de León, muy cerca de la frontera con Asturias. El sol, reflejado en sus aguas azules, parecía estar dándose el primer baño de la mañana. Después crucé un túnel -uno de los muchos túneles de la autovía de montaña que une ambas provincias- y a la salida, como única referencia, sólo ví estos carteles:
Villablino
Caldas de Luna
Arroyo de la Fuentona
Por romanticismo, por defecto o quizás porque me trajo recuerdos de otro lugar entrañable de la provincia de Soria, me quedo con este último.