Se podría
ver, en Orense, una comunidad realmente singular. Los que recorren el Camino lo
saben; y saben, también, que en su interior se oculta todo un pequeño universo
de rincones especiales, a cuál de ellos más enigmático, significativo y
desconcertante. Santa Mariña de Augas Santas, sin ninguna duda, es uno de
ellos. Un pequeño rincón, situado en las proximidades de Allariz, importante
población que vegeta plácidamente a la vera del río Arnoia –cinco son, apenas
los kilómetros que la separan de ésta-, que parece todavía anclado en la
inconmensurable belleza de su entorno; una belleza, que se ve gratificantemente
ampliada por su antigua y rica historia, de la cual, sobreviven todavía
numerosos vestigios que, aun habiéndose perdido numerosas claves en los ríos
ponzoñosos del olvido, ofrecen, no obstante, la oportunidad de conectar con
parte de unos secretos que todavía hoy, al cabo de los siglos, despiden el
inconfundible olor de lo profano y heterodoxo, que ni siquiera las violentas
acciones de Martín de Dumio consiguieron del todo erradicar. Posiblemente,
entre otras muchas consideraciones, fueran esos arcanos secretos los que
atrajeran el interés, allá por los siglos XII y XIII, a unos caballeros -que
por algún tiempo sustituyeron a los antiguos cambeadores cuyas tumbas custodiaban con mimo las bellas donas -¿no recuerda algo, al Avalón del ciclo artúrico?- en lugares
como la lucense Vilar, asegurando los caminos, auxiliando y protegiendo a los
peregrinos- a morar en el lugar, dejando huellas de su presencia en los
elementos artísticos que un día, apenas recién comenzado el siglo XIV, tuvieron
que abandonar precipitadamente: los caballeros templarios. Caballeros que, como
demuestran el denominado Forno, e incluso el esotérico baldaquino elevado en la
misma nave de la parroquial -probablemente también sobre un antiguo complejo
funerario celta que recuerda, en parte, a otros lugares de antiguo culto de la
vieja Castilla, como la capilla de la Soterraña de Olmedo-, para una extraña
santa, Marina o Mariña, que vuelve a conectarnos con esos arcanos ritos celtas
y su conocida devoción por el culto a las aguas. Devoción que, como también
sospechas algunos investigadores y en relación a los martirios supuestamente
aplicados a los santos, tuvieran, quizás, un origen en ritos poco conocidos,
como podría ser el threefold death o triple muerte, sacrificio que los celtas
ofrecían a tres de sus divinidades principales: Taranis, Teutates y Esus. O lo que es lo mismo: quemando,
ahogando y colgando a las víctimas. Rito que, por otra parte, hubo un momento
en el que se suavizó, sustituyendo a
las víctimas humanas por animales, generalmente -¿significativo, no?-,
corderos. Sea como sea, de lo que no cabe duda, es de que Santa Mariña de Augas
Santas, mantiene todavía ese status de arcana singularidad que, de una u otra
manera, puede hacer pensar, en el espíritu del peregrino, que se halla, después
de todo, en una importante casilla del Juego
de la Oca a su paso por el Camino de
las Estrellas.
Publicado en STEEMIT, el día 26 de marzo de 2018: https://steemit.com/spanish/@juancar347/augas-santas-un-enigmatico-santuario-en-el-camino-de-santiago