domingo, 9 de mayo de 2010

La Magia del Císter en Navarra: Monasterio de Santa María de la Oliva


Agua, piedra, luz...parte de los ingredientes fundamentales que conforman un monasterio cisterciense que, no obstante la austeridad promulgada por uno de los principales impulsores de esta rama escindida de la opulencia de Cluny -San Bernardo- ofrece, en la sencillez de su armonía, un rico legado artístico, digno de admiración.
Navarra es una tierra con Historia; una Historia, desde luego longeva, cuyos orígenes se pierden en el alba de los tiempos. Mucho más cercanos, aunque igual de misteriosos y no obstante, lejanos a nuestros días, son los orígenes de este singular monasterio de la Oliva, situado relativamente cerca de la frontera con Aragón, y más concretamente, con una de sus más prolíficas regiones: las Cinco Villas. Quizás por esas influencias subyacentes en la familiaridad de la cercanía, ambas provincias comparten detalles, estilos e incluso vínculos, que de alguna manera, resultan indivisibles.
Sin duda, el vínculo más relevante entre este Monasterio de la Oliva y aquélla otra interesante ciudad cincovillense de Ejea de los Caballeros, sea precisamente la imagen gótica y legendariamente milagrera, de Nª Sª de la Oliva, cuya talla original se conserva precisamente en ésta última ciudad, en una iglesia que lleva su nombre, siendo, por tanto, una reproducción la imagen que se puede admirar actualmente en la iglesia del monasterio.