martes, 17 de mayo de 2011

Campos de Navarra: el espíritu de Van Gogh



Se nota, se siente...el espíritu de Van Gogh está presente. Qué curioso es el mundo de las sensaciones. Mientras nos desplazábamos de un lugar a otro dentro de una provincia tan rica en historia y arte como es Navarra, no podía evitar, al contemplar la belleza deslumbrante de estos campos, pensar en Van Gogh. Rememorar el genial impresionismo de las acuarelas del genio del pelo rojo; su pasión por la vida, a la que exprimía el color como quien exprime un limón hasta la última gota. La viveza de sus colores, similar, comparativamente hablando, a esos frescos románicos que eclosionaban en pequeños big-banes iluminando la sombría intimidad de los templos que esperaban la luz del gótico como agua de mayo.

Acudían a mi memoria los monótonos días de invierno pasados junto al cristal de la ventana, observando mohíno la lluvia caer; varado en tierra cual ballenato que ha perdido el rumbo, soñando con días claros en los que partir en busca de la inalcanzable línea del horizonte. Esos anhelos, esos deseos de partida, no podían, sino, augurar un sublime espectáculo en primavera. Campos de jaramargo, madre de la mostaza, campos de Navarra...en mi corazón os llevo.