miércoles, 26 de marzo de 2014

El ejército de terracota: los guerreros de Xi ´an en Madrid


Una vez dejada atrás la tierra de campos, Carrión de los Condes y el monasterio de San Zoilo con la sensación de tristeza que produce ver una auténtica obra de Arte mutilada y perdida para siempre, es buen momento para retornar a casa y dejarse sorprender por algún acontecimiento cultural digno de verse. Para empezar, y antes de que el próximo domingo retornen a su lejano país de origen, se me ocurre uno en particular, cuya contemplación no puede dejar a nadie indiferente, pues no sólo contrasta la antigüedad con la belleza, sino que también, subsistiendo en la sombra junto a ellas, una completa dosis de misterio le añade un inmejorable ambiente a la exposición: el ejército de terracota; los guerreros de Xi'an.
Si bien es cierto, que apenas se trata de una diminuta avanzadilla, su visión, no obstante, resulta más que suficiente, como para conseguir que un estremecimiento le recorra el cuerpo a uno, de la cabeza a los pies. Datados en 210-209 a. de C., forman parte de los ocho mil guerreros de terracota, descubiertos hasta el momento, que fueron enterrados en la inmensa tumba del primer emperador de China: el enigmático Qin Shi Huang Ti. Realizados a tamaño natural, este ejército de barro no sólo llama poderosamente la atención por la perfección que denotan en su ejecución, sino que también plantean numerosas cuestiones, siendo una de ellas, la peculiaridad de que ninguna figura es igual a otra, sino que, por el contrario, da la impresión de que todo el ejército de este poderoso emperador dragón, posó individualmente para un genial artista anónimo.
Considerados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, sus descubridores y excavadores oficiales, la arqueóloga Xu Weihong y su equipo, recibieron el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Pero si hasta donde se ha llegado en la excavación, apenas una ínfima parte, clama la admiración del público en general, no menos importante resulta la pregunta, ¿qué maravillas no permanecen todavía ocultas en el epicentro de la tumba, es decir, en el mausoleo real?. Y sobre todo, ¿cuál fue el destino e intención de tan formidable y fantasmagórico ejército?. La magia de la antigua China, ofreciendo un espectáculo especialmente recomendado para todos los públicos, donde los más jóvenes pueden también disfrutar de talleres de arqueología y barro durante los fines de semana, aunque, como digo, este que viene sea el último.
No hay camino baldío, si en su recorrido se puede aprender algo, disfrutando a la vez del espectáculo.