martes, 3 de mayo de 2011

Roncesvalles

'Y es que la peregrinación a Compostela es, junto al mundo carolingio, el argumento esencial de Roncesvalles: el paso de los puertos, vencido el Sumo Pirinero, donde las estrellas señalaban ya sin vacilar el camino jacobeo...' (1).



Apenas han pasado un par de semanas, pero cuando recuerdo Roncesvalles, no puedo evitar un ligero estremecimiento, pensando en la gran verdad que subyace en una célebre frase de Paulo Coelho; una frase que viene a decir, a grosso modo, que cuando se desea algo con cierta intensidad, el Universo conspira para que se consiga.

Muchas rutas, quizás demasiadas para unas cortas, cortisimas vacaciones en una provincia tan interesante y con tantos atractivos como Navarra. Curiosamente, en ningún momento se mencionó Roncesvalles; de hecho, creo que ni tan siquiera figuraba como candidatura -ni principal, ni secundaria- en las rutas programadas. Y sin embargo, sin saber cómo ni por qué, vi cumplido un deseo largamente acariciado: pisé Roncesvalles.

Mi visión de Roncesvalles, es necesariamente entusiasta; no podría ser de otro modo. Cuando me bajé del coche y puse los pies en éste mítico lugar, no pude por menos que reencontrarme con una parte importante de ese tiempo de sueños que fue mi juventud. Tal vez por eso estaba tan inquieto: estaba pisando Historia; una Historia que se remontaba, cuando menos, a ese siglo VII y sus postremerías, donde se había desarrollado una de las canciones épicas que, junto con la Odisea de Homero, el ciclo Artúrico e incluso la historia hecha cuento de los Siete Infantes de Lara, habían proporcionado numerosas horas de sueño a mi febril imaginación: el Cantar de Roldán.

Casual o causalmente, el gran Carlomagno había perdido aquí, según la tradición, a Roldán, el más noble de todos sus pares. La casualidad o la causalidad, quiso también que fuera aquí, en Roncesvalles, donde me despedí de un amigo de corazón. Sea, pues, a él, a quien dedico ésta y las próximas entradas que constituyen mi visión de Roncesvalles.

Pongo por testigo al sepulcro del rey Sancho el Fuerte de Navarra, que fue un placer conocerte, Rivi.








(1) Fermín Miranda García/Eloísa Ramírez Vaquero: 'Roncesvalles', Colección Panorama Nº27, Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo-Institución Príncipe de Viana, 2ª edición revisada y ampliada, 2010.