'Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?'. '¡Cómo has cáído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora!' [Isaías, cap.14, ver. 12-14] N o dejo de ser una estatua, y sin embargo, ¡cuántos misterios conservo!. No os extrañéis, ni penséis que, cuál representación abominable de la Rebelión, lo que os voy a decir son simplemente falacias. Así lo quiso mi padre, de nombre Ricardo Bellver y de profesión, en apariencia, escultor. L ejos de ver en mí esa bestia abyecta de un Génesis demasiado complicado para ser siquiera intuído -cuando menos comprendido- por vuestras limitadas mentalidades humanas, pensad en mí como en un espíritu libre y mitológico que volvió a nacer en 1877, en una época en la que todavía algunas cosas no se hacían porque sí, y hasta donde una, en apariencia, inocente estatua, ocultaba detalles evidentemente ajenos a la casualidad. N o aludáis al adjetivo de la vanidad para calificarme, si os digo que Bellver, gracias a mi, obtuvo, un año después de
Comentarios
La canción del final, jjjj, mi padre siempre que está cansado de alguién, dice lo de "la noche que me ha dao, el tío del tambor" así que adapto la versión, y la dedico a "Juanito el Camborio", "Manolo el Caracol" y todos los demás: "Que eso es así,
eso es así,
eso es así.
Que el camino de "Córdoba"
no se ha hecho pa dormir.
Besos.
Pues menos mal que no le contamos la resaca del día siguiente cuando el carolingio y tú improvisásteis un tabalo en Medina Azahara donde soltasteis un zapateao mientras "Perlita de gracia" hacía de palmera ( ole,ole,ole, porque a mí, cada vez que recuerdo el "cuadro" se me corta... hasta la mayonesa.