Hay otros mundos, pero están con el otoño


'...tal vez consiguiese entender un día que las personas llegan a la hora exacta al lugar en que se las espera...' (1)


No hay prisa, pues, de manera que estamos en un momento ideal para que el peregrino se relaje y disfrute, siquiera por unos breves instantes, de esa mágica supernova de expresivo colorido con la que el Otoño, puntual siempre a su cita, arbitra las irreconciliables diferencias entre dos estaciones netamente antagónicas, como son el verano y el invierno. Detallista, como de costumbre, las botas pisan sobre esa alfombra de hojas que previamente a desplegado el heraldo del viento norte y que él arrastrará unos metros en su camino; el aire se impregna de humedades y nostalgias y la tierra se convierte en arcilla que moldea amorosamente huellas anónimas que se pierden en la distancia. Se preparan las chimeneas, se rebusca en los armarios y se desempolvan los viejos jerseys. El ganado trashumante regresa a casa y las cigüeñas abandonan sus nidos en las torres y espadañas de las iglesias, rendidas a un silencio que se rompe los domingos a la hora de maitines. En algunas partes, el espíritu celta revive para celebrar el Samhain, mientras los cementerios esperan el tributo en avalancha de unas familias que rinden homenajes a unos seres amados que se fueron, cubriendo las sepulturas de primavera. El acebo está casi a punto y la Navidad, después de todo, espera impaciente detrás de esa esquina en la que un portero, de nombre Jano, espera impertérrito el momento para abrir la puerta del solsticio de invierno.
Hay otros mundos, como dijo el filósofo Paul Elouard, pero ahora están todos con el Otoño. Feliz Otoño, peregrino.

 
(1) Paulo Coelho: 'El peregrino de Compostela. Diario de un Mago', licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de Editorial Planeta, S.A., 1998, página 270.

Comentarios

KALMA ha dicho que…
Hola! Leyendo la entrada y viendo el vídeo me ha venido el olor de tierra mojada, la neblina de la mañana que limpia el aire, el rojo... Sabes peregrino, en este mundo loco afectado gravemente de un cambio climático humanamente provocado, cómo percibo la llegada del frío??? Con la migración de los patos desde la atalaya de mi curro y esas vistas de la sierra norte que me saluda cada estación, estuve por llevarme la cámara y hacer un vídeo, aunque todos los años digo lo mismo, aproximadamente a mediados de octubre, este año un poco más, sobre las 9 de la mañana, cuando salgo a fumar a la terraza, veo venir las bandadas de norte a sur, volando en forma de delta, grupos y grupos de patos, tantos, que salgo otra vez y siguen pasando las bandadas, en ese momento pienso, hay que sacar la chaqueta!!!
Un beso.
juancar347 ha dicho que…
Hola, bruja. Qué duda cabe que el otoño nos inspira múltiples sensaciones, aún a pesar de este cambio climático que ya muchos escépticos comienzan a 'ver', entre ellos, lógicamente esos científicos de estómago agradecido que viven negando lo evidente por interés, manteniendo absurdamente sus benéficas rentas. Pero el espíritu, aún a pesar los pesares, es el primero en presentir esa belleza melancólica que se esconde detrás de una naturaleza que no se cansa, después de todo, de renovarse cada año. Los animales también se dejan llevar, y a pesar de que cada vez sus hábitats están más cambiados (pocos lugares quedan que el hombre no haya modificado), siguen sus instintos ancestrales: patos y cigüeñas buscan esos cálidos cielos de Oriente y el salmón abandona el mar para remontar el río, desovar, los que consigan llegar y morir dando paso a una nueva generación. En fin, bruja, deberías grabar esas bandadas, pues tienen que ser todo un espectáculo. Y además, piensa una cosa: ahora te dicen que saques la chaqueta, pero dentro de unos meses, te anunciarán también, alegremente, que la guardes en el armario. Un abrazo

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