Olmedo: Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León


Barcelona y su magia quedan atrás. Pero en la mente inquieta del peregrino resuenan, como un eco profundo y lejano, las misteriosas palabras de un filósofo francés, Paul Elouard, quien dejó escrita para la posteridad aquélla famosa frase de: hay otros mundos, pero están en éste. Uno de esos mundos, como bien saben los peregrinos y viajeros que se desplazan infatigables por los interminables llanos castellanos -o inclusive, aquéllos otros que lo hacen por tierras del antiguo Sobrarbe, término con el que se denominaba en la Edad Media al antiguo Reino de Aragón-, es una parte muy particular de un estilo artístico afín al Camino, el románico, que contando con alarifes de origen árabe como mano de obra principal, no sólo dejó una imborrable huella cultural de índole hispano-musulmana, sino que también, en el terreno económico, abarató los costes, llegando a sustituir la piedra -no siempre las canteras estaban en las proximidades, con la consiguiente dificultad y encarecimiento de su transporte- con elementos más livianos y fáciles de conseguir, como es el ladrillo. Más austeros y menos prolíficos en cuanto a ornamentación, es cierto -recordemos, no obstante al respecto, que los musulmanes tenían estrictamente prohibido la reproducción de imágenes- pero más livianos, no menos complejo en cuanto a geometría sacra aplicada y en cierto modo, armónicos y elegantes en su conjunto, los templos de constitución mudéjar siempre se han visto relegados a un inmerecido segundo plano. Tal vez por ello, así como por el planteamiento, honesto de cualquier manera, de explotar los aspectos culturales e históricos de unos templos, que después de todo, constituyen una excelente herencia patrimonial, Olmedo -la Villa de los Siete Sietes (1)-, acoge, seguramente para acrecentar aun más la fama de ciudad ejemplo del glorioso Siglo de Oro español, conocida mundialmente gracias a la prolífica pluma de uno de sus más insignes escritores, don Lope de Vega y Carpio, un pequeño tesoro de esparcimiento lúdico-cultural que, reproduciendo con una asombrosa perfección parte de los principales templos (2), castillos (3) e incluso algún edificio civil (4) de esa herencia mudéjar castellana, constituye una pequeña delicia para los sentidos: el Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León.


(1) Se la denominaba así durante la Edad Media, porque poseía siete pueblos en su alfoz, siete arcos de entrada, siete iglesias, siete conventos, siete caños o fuentes y siete casas nobles.
(2) San Salvador de Toro (que fue del Temple), San Pedro de Alcazarén, la Asunción de Muriel de Zapardiel, San Tirso de Sahagún, San Andrés y San Miguel de Olmedo, San Juan Bautista de Fresno el Viejo, San Boal de Pozalvez y la Lugareja de Arévalo.
(3) Los de Coca y la Mota.
(4) Las puertas de Medina y Cantalapiedra (Madrigal de las Altas Torres, Ávila), el Palacio de Pedro I (Astudillo, Palencia) y el Arco de San Basilio (Cuéllar, Segovia).

Comentarios

KALMA ha dicho que…
Hola!!! Qué entrada más grande, como el dicho, los mejores perfumes en frascos chiquititos.
Un parque temático que desde que me mandaste las fotos tengo en la agenda.
Es una pasada ver el vídeo, el castillo de Coca, La Puerta de Madrigal de las Altas Torres, La Lugareja, los sitios que conozco son tal cual, parecen en el vídeo imágenes tomadas desde el aire y entre ellas el agua, no podías hacer un lapsus más fresco y azul, es que, si no fuera por los árboles que delatan su tamaño.
Te ha quedado preciosa Juan Carlos, un besote.
juancar347 ha dicho que…
Hola, bruja, yo no lo habría expresado mejor. Sabía que te gustaría y espero que tengas tiempo en tu agenda para darte un vuelo por allí. Olmedo, en conjunto, me sorprendió, desde su monumentalidad 'mudéjar' (que aunque no lo parezca a simple vista, son edificios que guardan mucho encanto y muchos misterios), la representación virtual de la obra de Lope en el propio Palacio del Caballero hasta el Parque Temático, sin olvidar sus antiguas murallas e incluso algún interesante santuario. El Parque está pensado al dedillo, mezclando no sólo una meritoria labor artesana con los templos, edificios y murallas reproducidos sino también mezclando una faceta muy importante y acorde con ellos: naturaleza y agua. En definitiva, todo un conjunto que seguro que hará que una visita te resulte también inolvidable. Un abrazo
SYR Malvís ha dicho que…
Aquella mañana,al menos pude "pillarte" en un receso, mientras te disponías a apurar aquella cerveza. Es un privilegio tener la coincidencia, a veces, de oír tu caminar incesante en primera persona, mientras lo andas, y posteriormente, leerlo.

Un fuerte abrazo Caminante
juancar347 ha dicho que…
Pues sí, me acuerdo perfectamente: estaba apurando un cigarrillo justo enfrente del Palacio del Caballero de Olmedo y al lado del hostal donde paraba (Las Mesnadillas), y me preparaba para entrar a visitar el palacio. Y lo cierto es que eso fue lo que hice. Saqué la entrada para la visita virtual (todo un espectáculo que recomiendo) y con la misma entrada para ir por la tarde precisamente a este Parque Temático del Mudéjar. Creo que te hice algunas confidencias sobre la parte principal de mi visita. Pero ese tema de momento me lo reservo. Espero volver a tener la ocasión de charlar contigo sobre la marcha, que aunque no seas muy fan del mudéjar, siempre son bienvenidos los consejos de un Maestro. Un fuerte abrazo
Baruk ha dicho que…
Si es que esa es la ventaja de tener una piernaslargas, que en un plis plas te llevan a todas partes.

Abrazines Juancar
juancar347 ha dicho que…
Buena soy yo para hablar, le dijo la sartén al cazo. Las tuyas tampoco se quedan cortas, Barukona. Un abrazo

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