Un ejemplo de Morada Filosofal / An example of a Philosopher's Abode
En tiempos medievales fue el palacio de un curioso
personaje, el marqués de Camarasa, de noble ascendencia y por lo tanto, de
posición privilegiada, cuyas heterodoxas aficiones, sobre todo, la práctica del
Ocultismo, le llevaron a conocer el brazo secular y justiciero de la Santa
Inquisición y una pena de prisión, de la que, posiblemente, no volviera a ver
más la luz del día, a excepción de la entrara por algún respiradero de su
oscuro calabozo. En la actualidad, el palacio, sito en el corazón de cierto
pueblo de Soria, de cuyo nombre, imitando a mi estimado Don Miguel de
Cervantes, yo tampoco quiero acordarme ahora, se ha convertido, como metafórico
exorcismo contra el encanto del romanticismo, en una vulgar sucursal bancaria
de Caja Duero. Y es que, como bien decía aquel trueno vestido de Nazareno, que
fuera nuestro atrevido y diletante Francisco de Quevedo, poderoso caballero es
Don Dinero.
Exteriormente y a excepción del enrejado de las ventanas, así como el nombre de la entidad, Caja Duero, el viejo palacio del marqués de Camarasa, está más o menos como éste lo conoció. Por el curioso esoterismo que parece emanar de los relieves esculpidos en su fachada -un toro lamiendo con su lengua una media luna, un extraño ser felino con cuernos y un centauro-sagitario, cuyo arco apunta hacia el frente mientras su cabeza, girada, mira en dirección contraria, entre otros- se puede pensar, que, por comparación y por el posible significado astrológico y alquímico que emana de tan curiosas figuras, nos encontramos, en este punto de la Celtiberia soriana, con otro de esos magníficos ejemplos de lo que el misterioso autor Fulcanelli, denominó como Morada Filosofal.
In medieval
times it was the palace of a curious character, the Marquis of Camarasa, of
noble descent and therefore of privileged position, whose heterodox hobbies,
above all, the practice of Occultism, led him to discover the secular and
vigilant arm of the Holy Inquisition and a prison sentence, from which,
possibly, he would never see the light of day again, except through some vent
in his dark dungeon. Currently, the palace, located in the heart of a certain
town in Soria, whose name, imitating my dear Don Miguel de Cervantes, I do not
want to remember now either, has become, as a metaphorical exorcism against the
charm of romanticism, a vulgar Caja Duero bank branch. And, as that thunder
dressed as a Nazarene said, who was our daring and dilettante Francisco de
Quevedo, Mr. Money is a powerful knight.
Externally
and with the exception of the latticework on the windows, as well as the name
of the entity, Caja Duero, the old palace of the Marquis of Camarasa, it is
more or less as he knew it. For the curious esotericism that seems to emanate
from the reliefs sculpted on its façade - a bull licking a crescent with its
tongue, a strange feline being with horns and a centaur-sagittarius, whose bow
points forward while its head, turned, looks in the opposite direction, among
others - one can think that, by comparison and by the possible astrological and
alchemical meaning that emanates from such curious figures, we find, at this
point in Soriana Celtiberia, with another of those magnificent examples of what
the mysterious author Fulcanelli called it the Philosophical Abode.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo
acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están
sujetos a mis Derechos de Autor.
NOTICE:
Both the text and the accompanying photographs are my exclusive intellectual
property and are therefore subject to my Copyright.
Comentarios