P iensa el peregrino, mientras se aleja despacio de la catedral y sus tesoros artísticos, en esos hombres, extraordinarios, sensibles, superdotados intelectualmente y definitivamente visionarios también que, por alguna curiosa razón que se le escapa, suelen nacer antes de tiempo y sufren, en mayor o en menor medida pero sufren al fin y al cabo, la incomprensión de una sociedad que todavía dista mucho de tener la suficiente madurez para comprenderles y aceptar la genialidad de sus obras, de sus ideas y de su particular visión del mundo. Y mientras piensa, siente que esas oscuras golondrinas que revolotean ocasionalmente por sus pensamientos, ponen en sus labios un nombre y un apellido, por los que siente una especial devoción: Antoni Gaudí. Si una de las figuras más asombrosas del Renacimiento italiano fue Leonardo Da Vinci, Antonio Gaudí fue -al peregrino no le cabe duda alguna-, el máximo exponente de una renacimiento espirito-intelectual, que despertando en esa Barcelona progresi
Comentarios
No recuerdo esa escalera de Covadonga que comunica la cueva con la fuente de abajo. ¿Será posible que la hayan construido para que se muevan mejor las hordas turísticas? A mi estas cosas me parecen aberrantes, o quizas es que estaba alli la ultima vez que estuve y no la recordaba por lo aberrante.
Y la segunda, yo se que estás enamorado de San Bartolo, pero yo nunca he querido ir a la romería por ahorrarme ver a la gente en calzoncillos y vociferando como si fuera un botellón.
Nada... que este video no lo había visto y me ha llenado de sensaciones.